domingo, 8 de septiembre de 2013

Hoy no siento el calor, ni el vértigo. Sí siento la brisa, es lo único que pasa por mi día. Pasa, y se va. Me conduce, hacia arriba, me calma. Hoy no me importa si no te veo, o te veo demasiado. Hoy es domingo, el primer domingo, y todo parece dar igual.
 - Acostúmbrate.


martes, 30 de julio de 2013


Un día me iré, me iré de verdad. 
No sé si me ves, del todo capaz. 
De cambiar, nombre y edad, y si me encuentras decirte: 
“¿De quién me estás hablando?” 
No, no, no, no lo haré, jamás. 
Me falta valor, o fuerza vital. 
¿De qué me sirve salir de esta inmensa ciudad, 
si de quien pretendo huir, 
seguirá dentro de mí, y eres tú? 
Eres tú. Si puedo escapar, es con la mente.


Me quiero evaporar entre la gente.

domingo, 30 de junio de 2013

lunes, 13 de mayo de 2013

Te diré entre tú y yo, que me dan miedo las tormentas, que ahora veo que una se acerca y que en el cielo hubo un temblor.
Y solo pienso en escapar, esto se ha puesto muy feo, tuve un juicio contra reo y sé que me condenarán. [...]
Y ahora que sigues aquí, ¿cómo no vas a cansarte si de miércoles a martes ya estoy harto yo de mi?
Me decias lo que media entre tú y tu soledad, es un trecho que no puedo abarcar. Yo le preguntaba al cielo sin disimular el miedo: ¿Cómo voy a vivir cuando te canses de mi?
Y qué más da, si esto es el fin. Yo trato de matar el tiempo, y entre tanto lo que el tiempo intentará es matarme a mi. Y estas lineas, ya lo ves, son lo más desesperado para tenerte a mi lado que se me ha ocurrido hacer.
Y si me dejas que lo intente solo una vez más...
Me odiarás secretamente y para siempre jamás.
Que hacen falta, ay amor, más de dos vidas enteras para corregir siquiera el más mínimo error.
Me decías lo que media entre tú y tu soledad. Es un trecho que no puedo abarcar.

sábado, 11 de mayo de 2013

No se si estoy en la línea de metro correcta. Y me da igual. Cualquier sitio es mejor que este, pienso yo.
Ahora mismo creo que si corro muy rápido muy rápido, podré dejarme atrás a mi misma.
Uf. Nunca me gustó correr, me canso deprisa. Debería hacer más deporte, es lo que siempre me dice él. Debería dejar de fumar, me digo yo de vez en cuando.
Debería empezar a fumar. Eso es. Tabaco, perdón por la aclaración. Puede que fumar me calme, la gente se fuma un cigarrillo cuando está nerviosa.
Las personas utilizan las drogas para eso. Mis drogas ya no me funcionan. A mi. Habrá a quien le calme, es cosa de cada uno.
Las duras me dan dolor de cabeza, y de corazón. Las blandas nunca llamaron mi atención, salvo el alcohol, que ya no me sienta muy bien. Siempre empecé la casa por el tejado.
Debería fumar tabaco, eso es. A nadie le duele el corazón por fumar tabaco. Sin embargo, eso no me ayudará a correr más rápido.
Y qué puedo hacer yo, si nunca tuve fuerza de voluntad para abandonarme.

sábado, 20 de abril de 2013

Si me dices ven, lo dejo todo.
Y qué le voy a hacer,
si yo lo dejo todo por cualquiera.


martes, 19 de marzo de 2013

domingo, 24 de febrero de 2013


Alzarse. Alzar la cabeza, por elección o por necesidad. Mirarse a los ojos y decir que volvemos a comenzar. Lo que vuelve a comenzar siempre es otra cosa. Siempre es inaudito. Porque no es el pasado lo que nos empuja, sino precisamente lo que en él no ha advenido.

viernes, 22 de febrero de 2013

Autodestrucción, sin embargo, no en el sentido guay de la palabra. Nada de música alta, drogas, sexo desenfrenado, ni consecuencias a largo plazo. Autodestrucción aquí y ahora. Aquí y para siempre. Ahora y para nunca jamás.

martes, 5 de febrero de 2013

De vez en cuando (muy de vez en cuando) digo alguna cosa, que, al menos en mi cabeza, suena a sabiduría. Parece que puedo ver con claridad como funciona el mundo, la gente, la suerte y la vida. Me lleno de calma y abandono el rencor, que nos hace ser tan humanos y creer que el otro se equivoca, y sentir que el otro se equivoca, y, odiar que el otro se equivoque. Pero bajo la calma y el sosiego, es muy facil discernir que, tú siempre te equivocas, yo siempre me equivoco, ¿Cómo sería entonces capaz, minimamente, de odiar al de al lado por hacer lo mismo? ¿Cómo podría entonces sentir que tengo razón y no soy yo el que está errando? Es entonces cuando me abandona la sabiduría, a nadie le parece sabio un inseguro. Los sabios afirman, sin lugar a dudas, exactamente cómo son las cosas, sin pararse a pensar en opiniones, ni mucho menos en el de al lado. Qué le den al de al lado, yo soy sabio, y él un idiota. Mi calma desaparece, y toda la claridad que me dejaba ver la vida cómo es se va con ella. Y siempre, al final, mis ideas huelen igual de mal que las de cualquiera.

lunes, 4 de febrero de 2013

Entonces, visto lo visto, y dado lo dado,
he de tomar una decisión.
Y mi decisión es no hacer nada. De nada.
Dejaré que te evapores y salgas por el conducto de ventilación,
junto a mi sentir, y mis ganas de verte.
Nunca, repito, nunca,
confieses a un hombre que estás loca.
Es como darle el arma con la que te matará.
Es como, por decir como, entregarle los argumentos para que se aleje, se marche, no mire para atrás.
Le entregas un contrato, ya cerrado, para que, simplemente, lo firme.
Que fácil. Qué fácil puede llegar a ser la autodestrucción.