sábado, 7 de febrero de 2009



- En mi casa no hay nada prohibido, pero no vayas a enamorarte, con el alba tendrás que marcharte para no volver. Olvidando que me has conocido, que una vez estuviste en mi cama.. Hay caprichos de amor que una dama no debe tener.

- Es mejor - le pedí - que te calles, no me gusta invertir en quimeras. Me han traido hasta aquí tus caderas, no tu corazón.

No hay comentarios: