lunes, 17 de enero de 2011


un día mis caricias tomaron forma de Buenos Aires,
incendiaron mi corazón a fuego lento
y se mezclaron con los hormigueros de la muchedumbre.

mis caricias sintieron el roce obsceno de
muslos desafiantes
,
la calidez de abrazos fraternos, el gusto agridulce de la ausencia anticipada
mis caricias se volvieron: tango.

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